El cuerpo es la revolución

Cómo pensar un modelo integral de ciudadanía para todxs? Diversidad funcional y autonomía. «Es que vivimos en el mismo mundo», dice el activista antonio centeno en esta entrevista y cuenta desde barcelona cómo una comunidad se organiza para reconocer formas más accesibles de habitabilidad para todxs y hacerlas realidad. Y cómo eso molesta al capitalismo. Por flor coll e Ilustraciones de maría pichel. READ IN ENGLISH

antonio centeno. Nació hace más de 40 años en montcada i reixat, vive en barcelona desde hace 20 y genera espacios de debate, legislación y conciencia social desde el Foro de Vida Independiente y Diversidad (FVID) adqui- rió la diversidad funcional a los 13 años, después de un accidente. Se licenció en matemáticas, fue profesor en secundarias, y desde hace dos años da clases en el máster de género y comunicación de la UAB. Es activista, fe- minista y uno de los fundadores de la Oficina de Vida Independiente (OVI) de barcelona: espacio que intenta transformar modos de vida autónoma para personas con discapacidad. En los últimos años impulso diferen- tes proyectos culturales audiovisuales vinculados a la diversidad funcional: la serie de televisión “Trèvols de 4 fulles” (2018) como co-guionista y actor, la película sobre asistencia sexual “Vivir y otras ficciones” (2016) como actor, el documental sobre sexualidad “Yes, we fuck” (2015) como co-director, y el corto de postporno tullido “Nexos” (2014) como co-guionista y actor. También es responsable del proyecto de asistencia sexual “Tus manos, mis manos” , colabora en el colectivo “En torno a la silla” que aborda el diseño libre y colaborativo de productos de apoyo, y está en el arte inclusivo Artransforma. Charlamos con antonio, quien habla en femenino, e inaugura esta primera sección de femiñetas: Ideas dibujadas.

Matemática. Las matemáticas fueron mi refugio. Lo disfruté mucho. Y me permitió resolver la parte material de la vida, porque trabajé como profesor y además me ha sido muy útil a nivel personal, todo lo que hago en la vida, para mí, tiene un sustrato que está atravesado por esa manera de mirar, por ese pensamiento matemático. Pero hay muchas cosas que quizás es mejor abordarlas desde el punto de vista puramente de vivirlo. De disfrutarlas, de compartirlas y no importa mucho si lo entiendes o no. Incluso, quizás, ese no conocimiento, ese espacio desconocido te permite disfrutar las cosas de otra manera con un cierto misterio, con una cierta magia. Está bien comprender, está bien entender pero llega un momento en la vida en que entender no es todo.

Derechos mermados. ¿De qué sirve proclamar el derecho a la libre circulación si al mismo tiempo se permiten transportes que no son accesibles, que no tienen en cuenta todas las maneras de desplazarse, por ejemplo, si no tienen rampa para acceder? Si no puedes utilizar los transportes, tu derecho a la libre circulación queda muy limitado, muy condicionado, mermado. Por lo tanto, tu ciudadanía también y eso pasa con todo: trabajo y ocio. Ahí es donde nuestra lucha es por el reconocimiento de ciertas formas de autonomía personal. De ciertas formas de hacer las cosas que son minoritarias, que no son usuales, pero que son igualmente humanas, reales, valiosas y se deben respetar de la misma manera. Y eso es una cuestión política. De cómo la comunidad se organiza para reconocer y hacer posibles esas formas de autonomía personal.

Por eso, no pedimos a esa gran masa normal que haga un gran sacrificio, que vivan un poquito peor a cambio de que los raros podamos respirar. No hace falta vivir en mundos diferentes. No necesitamos una ciudadanía de segunda. Podemos vivir juntas y mejor. Nosotras y vosotras. En el mismo mundo. Al final, es un ejercicio de realismo, de decir: ¿cómo son los cuerpos? ¿cómo hacen las cosas los cuerpos? ¿cómo interactúan entre sí? Y desde ese realismo de hacer, construir la sociedad, desde los espacios físicos a los objetos, a los procesos, a la relación con la administración pública, a la relación con el trabajo remunerado.

Lenguaje y vida como proceso. 

El lenguaje es importante porque somos comunicación. La realidad mayormente es comunicación. Lo que conocemos como experiencia directa comparado con lo que conocemos porque nos ha llegado por alguna vía cultural o del arte o de los medios de comunicación es mucho menor…

La construcción de la realidad tiene sus bases en la comunicación y por lo tanto, en el lenguaje. Es eso: el lenguaje es pensamiento y la orienta. Es muy diferente, si te sitúas en el terreno hablando de ciertos problemas con capacidades, digamos, si te sitúas hablando de una diversidad humana. Lo que tienes que ubicar es que son ejes de pensamiento diferentes. Y hay que elegir dónde situarse, porque eso dice mucho. Eso crea una realidad o crea otra. Por eso nos interesa el lenguaje. No tanto por la palabra en sí, porque cualquier palabra es fácil de contaminar. Ahora nos parece estupenda pero cuando todo el mundo la abrace: Las instituciones, las empresas, los anuncios de Coca-Cola, entonces será la misma mierda que era la que ya teníamos. Así, dejará de ser una herramienta útil. Pero las palabras son importantes en la medida en que mueven ideas, en cuanto ponen en cuestión nuevas ideas. Entonces, ahora mismo, como no es oficial, es una herramienta útil porque pone en cuestión y porque interpela a un posicionamiento.

Tenemos que ser realistas, tomar conciencia y saber cómo son realmente las cosas. Saber que la vida es un proceso y que esas líneas que creemos que separan lo normal y lo diferente son líneas. Y que además se mueven. Y que si va bien, todo el mundo en algún momento estará en el lado malo de la línea, porque si va bien, envejeceremos. Y envejecer es hacer las cosas de otra manera con autonomía diferente, no tanto de esta manera que nos han enseñado y que pretende ser la única: Hacer las cosas sin contar con los demás o aparentemente sin los demás. Porque detrás siempre hay un contexto, hay una comunidad que hace posible la vida de cualquiera. Y eso nunca se ve.

Sobre capacitismo. El capacitismo es la forma de opresión que sólo convalida o legitima ciertas capacidades, ciertos cuerpos, ciertas formas de autonomía. Es una de las patas del capitalismo. Asegura la productividad, que solo afecta a ciertos cuerpos, con la idea de no contar con los demás para hacer muchas cosas.

¿Por qué jamás se piensa si eres capaz de amar o reír? ¿Por qué esto no le interesa a nadie? Solo interesa si sabes cortar un filete por ti mismo, si puedes abrir la puerta o te la tienen que abrir. Tenemos que ser conscientes de esto porque todo el sistema opresor se sostiene con una pata del capacitismo, que asegura la producción, y una pata del sexismo, que asegura la reproducción. Y por eso, no son luchas diferentes. Debemos tomar conciencia que son aspectos de una misma lucha. Todo avance en un terreno va a repercutir positivamente en el otro.

El problema nunca ha sido la proclamación de derechos aún pocos y en épocas oscuras. Y ahí volvemos a una cuestión política, de cómo la comunidad se organiza para reconocer y hacer posibles esas formas de autonomía personal.

Privilegios. Pasear por la calle sin miedo debe ser algo normal. Se trata de que eso deje de ser un privilegio. Debe ser lógico y habitual. Yo creo que en general hay una relación muy difícil con la idea de masculinidad y los feminismos ¿Qué pasa con aquellos hombres que se sienten atacados o cuestionados y se ponen a la defensiva? “Ey, tú qué me dices? si yo soy majo”! O aquellos que piensan en apoyar “eso” del feminismo o ir a las manifestaciones? Creo que nuestro papel desde esa identidad masculina no es apoyar tal cosa, sino ser parte de eso. ¿Y cómo se forma parte? Tomando conciencia sobre los privilegios que habitamos y sobre qué mecanismos los sostienen. Debemos trabajar entre nosotros para deshacerlos. Pero no para que vayamos con miedo por la calle, sino para que nadie vaya con miedo. No hace falta que estés tú ahí, deberías pensar cuál es tu papel en todo esto, el alcance que tiene. Pero sin estar en todo. Y mucho menos, ser el centro de atención o pretender ser la voz cantante. Hay que saber situarse.

Asistente personal y sexual. Cuando se empezó a gestar el foro de vida Independiente no pensábamos en encajar. Yo también puedo ser padre o madre, también puedo trabajar, puedo comprarme un piso con hipoteca. Intentamos no recortar a la persona para que encaje en el “puzzle”, sino de romperlo, es decir, cuestionar el modelo. Tratamos de que sea posible ver diferentes dinámicas de hacer las cosas, pero de la manera en que cada cual las hace. Puntualmente, la nuestra, es con las manos de otras personas.

Creamos estructuras ad hoc separadas del Foro de vida Independiente para mantener esa no estructura, esa ligereza y fundamos las Oficinas de VidaIndependiente para gestionar proyectos concretos, y que sean esos apoyos necesarios para vivir de la manera en que deseábamos vivir: fuera de las ins- tituciones, fuera del cuidado familiar. Empezamos un par de proyectos en madrid y en barcelona, que están funcionando muy bien desde entonces y han conseguido cambiar la vida de las personas que están en los proyectos. Se ha demostrado que funciona bien incluso a nivel económico, y por supuesto a nivel de derechos.

Es un modelo que permite la convivencia, que permite la manera de difuminar esa línea que separa el nosotras y las otras. Por eso, creo que va por la buena línea siempre. Son todos aquellos constructos que en definitiva determinan la vida cotidiana. Y hacerlo de esta manera, incluyendo las diferencias, resulta algo que es mejor para el conjunto, no sólo para las minorías. Es mejor para todas.

Y por eso el Foro de Vida Independiente pone los pelos de punta al capitalismo, porque justamente lo que necesita es aislarnos, atomizarnos las unas de las otras. Proponemos y llevamos adelante una forma de autonomía que es el vínculo, la de contarnos unas con las otras. Así, cuando nos estamos peinando con nuestra Asisten- te Personal (AP), tomamos la decisión de con quién lo hacemos, dónde lo hacemos. Entonces, aunque las manos sean de ella, la responsabilidad de todas las acciones es nuestra, y por lo tanto, es nuestra manera de peinarnos. Además de nuestra AP, cuando las tareas tienen que ver con el placer, ¡debido a este problemilla cultural que tenemos con el placer y el deseo! Es aconsejable separarlo en una figura independiente: el Asistente Sexual (AS). Su justificación de la figura es exactamente la misma del AP y su configuración como derecho para nosotras es la misma, lo único que cambia son las tareas posibles con una y otra.

Sus manos son ese apoyo que posibilita explorar nuestro cuerpo a nuestra manera. Con sus manos podamos darnos placer a nuestra manera. Por ejemplo, si queremos tener prácticas sexuales con otras personas y si hace falta un apoyo para tener cierta posición o movimiento y no podemos hacerlo de la manera habitual -por una misma-, contamos con el apoyo de otra persona, y esa es una de las tareas de este tipo de asistente. En ningún caso lo proponemos como alguien con quien tenemos prácticas sexuales, no tiene nada que ver. Aunque nosotras pensamos que ese tipo de apoyo, de trabajo, de servicios, pueden ser válidas y útiles.

El documental Yes, we fuck, el programa de tv Trèvols de 4 fulles, y Vivir y otras ficciones, está en varias plataformas de descarga y on line. El film protagonizado por antonio, rescata que el deseo de gozar de una sexualidad plena se convierte en una opción vital y política, cuando él, un escritor tetrapléjico, decide habilitar un espacio de asistencia sexual en su casa. forovidaindependiente.org // asistenciasexual.org

Texto: florcoll Ilustraciones: maria pichel

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