Educación sexual para romper tabús en el mundo árabe

Jóvenes y activistas de la región están liderando la revolución sexual a través de las redes sociales y reivindicando una sexualidad plena para todxs en la segunda entrega del equipo Zaura. Por andrea lópez tomás e ilustración mauj

La premisa feminista «lo personal es político» impregna nuestras vidas. La revolución, los cambios empiezan por una misma. Y la ausencia de conocimiento sobre nuestros propios cuerpos y nuestra sexualidad, sobretodo en el caso de las mujeres, bebe de una clara estrategia política que nos quiere ignorantes, nos moldea pasivas. Pero hay un puñado de jóvenes activistas alrededor del mundo árabe que están poniendo palabras a los silencios. Sus publicaciones están provocando que la revuelta surja entre nuestras piernas. 

Ningún país del mundo puede presumir de una educación sexual plena ni mucho menos feminista. Los de Oriente Medio no son una excepción. A esta orilla, la cultura patriarcal y la ausencia de una educación formal sobre sexualidad han privado de conocimiento a muchas mujeres y lo han sustituido por vergüenza hacia sus propios cuerpos. Los tabús sociales y la censura de las autoridades gubernamentales y religiosas han alejado a la mayoría de mujeres del sexo y de sus anatomías. 

Muchas reconocen que no pueden decir “clítoris”, “orgasmo” o “violación” en árabe. Simplemente no encuentran las palabras. En el desierto de información sobre la sexualidad, han empezado a brotar las voces divulgativas y expertas de ginecólogas, sexólogas o doctoras. A través de las redes sociales, varias iniciativas han empezado a comunicar todo aquello que hasta ahora permanecía oculto sobre la sexualidad femenina. 

Hablan de placer pero también de molestias y enfermedades. Debaten sobre relaciones aunque, a la vez, descomponen mitos. Dan herramientas para una sexualidad más sana pero también despejan dudas. Así, se cuelan en los dormitorios de miles de jóvenes que, como ellas, sufren esta falta de información. Gracias a las redes sociales, entre las cuales predominan Instagram, Youtube o TikTok, traspasan las fronteras nacionales y de clase para llegar a mujeres árabes de toda la región y más allá. 

Portales como los de MotherBeing, Mauj o la doctora Sandrine Attalah se proponen neutralizar todas aquellas ideas preconcebidas que el patriarcado, la doctrina religiosa y la pornografía han instalado en el imaginario de generaciones de mujeres. Como el conocimiento es poder, muchas de sus consumidoras reconocen haber encontrado algo parecido a la libertad al aprender que su cuerpo de mujer no es un pecado y que es capaz de inabarcables cantidades de placer. 

Desde las redes, hablan de consentimiento en un contexto donde prevalece la creencia religiosa de que las mujeres tienen el deber de complacer todos los deseos sexuales de sus maridos, por el dicho atribuido al profeta Mahoma de que «los ángeles maldicen» a la mujer que rechaza a su marido. La educación sexual que proveen busca acabar con la tóxica relación entre el honor familiar y la virginidad de la mujer. Obviamente ha habido mucho odio y violencia en línea en su contra, pero estas activistas no se rinden.

Y es que el panorama es desolador. El 40% de los embarazos en los países árabes no son planeados, según datos del 2018 del Instituto Guttmacher. A la vez, la tasa de natalidad de adolescentes en la región es más alta que el promedio en el resto del mundo, mientras muchos países mantienen la mutilación genital femenina. Naciones Unidas alerta del hecho de que no haya ni un sólo país árabe que ofrezca educación sexual en las escuelas. Los vibradores no se venden abiertamente en los países árabes. Incluso algunas naciones los tienen estrictamente prohibidos. 

«¿Sabías que existen cientos, si no miles, de palabras para referirse al sexo en árabe?», desvelan las chicas de Mauj. Ellas, junto a tantas otras –cada vez más–, van poniendo nombres a sentires colectivos, resuelven dudas compartidas y nos descubren cuerpos parecidos. Conscientes de que la revolución empieza por nuestros propios cuerpos, han plantado allí la semilla del cambio. Juntas se acarician y se confiesan para seguir creciendo.

Este artículo forma parte de una colaboración entre femiñetas y zaura podcast, un proyecto periodístico sobre las luchas sociales que tienen lugar en Oriente Medio. Para recibir su newsletter en tu correo, suscríbete aquí.

Texto: @zaura.podcast Ilustración: @mauj

andrea lopez tomás
+ posts
mauj
+ posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *