Con este artículo sobre la gran ada lovelace, inauguramos una serie de textos para visibilizar el rol de las mujeres en las ciencias más duras: STEM del inglés science, technology, engineering y maths. Por estefanía mancini y la ilustración de maría eugenia lópez
femiñetas inaugura un serie de reflexiones y relatos que intentarán reflejar los sesgos a los que tenemos que enfrentarnos no sólo para acceder a ciertos lugares de decisión sino también, la subrepresentación con el que nos encontramos cuando comenzamos a explorar grandes volúmenes de datos, donde no solo las mujeres somos relegadas sino también muchas y diversas categorías.
Cada año, el segundo martes del mes de octubre, se celebra el día de ada lovelace en todo el mundo. Hoy el nombre de la primera mujer programadora del mundo resuena en la mayoría de los eventos que tienen que ver con mujeres en tecnología y cada vez más en ámbitos no tan científicos.
La importancia de su figura y la fecha con la que comenzó esta serie (octubre), fue excusa para abrir una serie de artículos, que esperamos continuar.
Debo reconocer que la primera persona que me habló de ada lovelace fue un hombre, ingeniero informático con el que salí algún tiempo y que estaba fascinado con la idea de salir con una mujer con la que “hablar de esos temas”. Igual nos separamos al poco tiempo pero me quedó de recuerdo un libro sobre “Bitcoins” que me regaló, diciéndome que era la única que conocía que podría ayudarle a entender un poco más de qué iba todo esto.
Eso fue hace bastante tiempo y ya, y aunque las cosas hayan cambiado un poco, sigue siendo importante poner en agenda los obstáculos con los que nos encontramos las mujeres cuando nos queremos dedicar a cosas que fueron históricamente copadas por los hombres
Dejando cursilerías del amor de lado, vayamos al tema del día y aprendamos un poco sobre la vida de esta inolvidable mujer.
ada lovelace nació en Inglaterra el 10 de diciembre de 1885. Fue la única hija legítima del poeta lord byron y la baronesa anne isabella milbanke. Dicen que somos los hijos de nuestros padres y madres, y ada lovelace no fue la excepción. Aún siendo hija de la aristocracia inglesa, tuvo una infancia complicada, marcada por la separación de sus padres, cuando ella tenía un mes de vida, y por la muerte de byron cuando ella tenía 8 años.
La madre de ada fue lo que hoy llamamos “madre soltera” que junto con la ayuda de su hermana, educaron a la niña sola en su casa. La mayor dedicación de la madre de esta mujer, era expandir las fronteras de conocimiento de su hija pero también asegurarse que no sufriera las patologías de demencias que había padecido lord byron. En esta obsesión, intentó acercar a ada a las ciencias en general y a la matemática en particular con el fin de entrenar una disciplina mental que la alejara de problemas de demencia.
La niña era curiosa por las máquinas desde pequeña. Estaba interesada en entender el vuelo de los pájaros y diseñar una máquina para volar. Observó que las alas debían ser proporcionales al tamaño del cuerpo, que debería alojar el motor. Diseñó un prototipo a los 12 años, que sería luego patentado por dos investigadores hombres (william henson y john stringfellow) en 1842, 15 años más tarde.
Tuvo los mejores tutores de la época relacionados a la matemática, astronomía y física, incluido charles babbage que fue quien cambió la vida de ada para siempre y con el que empezó a colaborar cuando tenía 19 años. Por esa época, el inventor estaba trabajando en el diseño de una computadora, a la que llamaban “La máquina analítica”. Aunque babbage había hecho desarrollado fragmentos del programa, lovelace fue la responsable de la versión más completa y elaborada además de que consiguió publicarse en 1843, lo que que hoy podríamos llamar “un software” para generar números de Bernoulli.
ada predijo el potencial de la “máquina” y anticipó cómo se podría hacer con ella mucho más que cálculos numéricos, como por ejemplo crear música y arte si se le daba los parámetros correspondientes. Esa visión de las potencialidades de la computación no reconocida por sus pares al menos hasta un siglo después.
A pesar de ser conceptualmente avanzada para la época, la “máquina analítica” nunca llegó a construirse y ada no pudo correr sus programas en ella.
Sin embargo, sus ideas acerca de la computación moderna no se extinguieron, y fue justamente alan turing, durante sus estudios en la segunda guerra mundial, que se encontró con artículos que habían sido traducidos y mejorados por lovelace y que lo ayudaron a formular lo que fueron luego sus magníficos aportes a la computación moderna.
ada lovelace era una mujer no convencional, tremendamente inteligente e independiente. Le resultaba fácil entablar amistades. En esa época se casa con quien sería el padre de sus 3 hijos, william king the 8th baron king, por supuesto un hombre de honores y buen pasar, que apoyó incondicionalmente moral y económicamente a ada en su corta carrera como científica. Tuvo una salud frágil y murió de cáncer de útero a los 36 años
Como muchas mujeres que han contribuido enormemente en el campo de la ciencia y la tecnología a lo largo de los años, los logros de lovelace fueron desestimados o rechazados por las voces modernas.
Ahora que estamos celebrando a la que se considera la mujer más importante para la computación, que tuvo la visión de muchas de las capacidades que hoy ejecutamos en el mundo de la Inteligencia Artificial, me propongo demostrar con números y citas por qué es tan urgente y necesario hablar de la subrepresentación de mujeres también en esta área
En el siguiente artículo, intentaré explicar con números y referencias por qué dar visibilidad a las mujeres en ciencia es tan urgente e importante para seguir en el camino de construir una sociedad más plural y equilibrada.
Algunos se preguntarán por qué el dia de «ada lovelace» es el segundo martes de octubre.
La explicación de la fundación que propuso este día parece ser bastante sencilla: tratar de maximizar la cantidad de gente hablando de mujeres que fueron invisibilizadas en la historia. Celebrar el día de su nacimiento hubiera pasado desapercibido entre tantas celebraciones de navidad. Dado que ada lovelace murió tragicamente a los 36 años, tampoco era una fecha muy representativa para recordar a una de las mujeres más brillantes y valientes que ha tenido la humanidad.
Texto: @est3pi Ilustración: @marula.lop (*)