Incertidumbre, siniestro, control, miedo, salud, lazos y capitalismo. ¿Qué nos propone pensar y hacer este tiempo. Por guada ruas.
Lo que angustia de este virus es su relatividad, su poca delimitación.
No tengo miedo al virus, sino a lo que no sé de él.
Tanto del virus en sí mismo como su desarrollo en cada organismo, como su verdadero origen.
El incierto genera mucha angustia. En la incertidumbre no se sabe, no se llega, no se hace pie en ningún lugar seguro.
Cuando tenemos cualquier enfermedad, hasta una grave, medianamente sabemos cómo opera. Si es angina vas a tener tales síntomas, si es cáncer vas a tener tales otros. Y en cualquiera de las dos enfermedades, dependiendo cuán avanzadas sean, entiendes cuáles son tus posibilidades.
Acá la angustia viene del desconcierto, el miedo viene del no saber, del no entender y de la falta de posibilidad.
Hay quienes lo tienen sin siquiera percibirlo y hay a quienes los mata. De que depende? No se sabe. La edad ya no pareciera ser un factor. Sí, si tenés problemas respiratorios, diabetes, etc., sos más propensx a agravar los síntomas, pero en muchos casos no ha habido ninguna complicación. Y, al contrario yo desde el comienzo escéptiquisima a que fuese grave, conozco ya dos personas sanas y cercanas que han muerto de Covid, una de ellas un familiar joven.
Entonces me dan ganas de gritar… ¿De dónde mierda sale este virus?
¿De un laboratorio? ¿Esto es una guerra? ¿Son procesos biológicos naturales? ¿Es verdad? O nos están metiendo una empomada mundial? ¿Hay vacunas eficaces? ¿No las hay? ¿Confías? ¿Te vacunarías? ¿Nos están entrenando para el apocalipsis? ¿Somos soldados del capitalismo? ¿Nos están dejando adentro de casa mientras terminan de hacer concha el mundo?
Sea como sea, pienso que siempre en estas movidas hay grietas, lugares de luz donde hacer revolución.
Si bien, al menos para mí, todo el panorama es desalentador, creo que es un buen momento para resetearse como sociedad, porque es necesario, porque de otra manera vamos a terminar de romper todo.
Siento que hay dos cosas que podemos hacer para ser guerrerxs del bien y no del horror capitalista que nos trajo hasta acá.
Alimentate bien, saludable, con alimentos ricos en vitamina C. Si consumís carne que sea de granjas ecológicas o personas que cuiden sus animales de forma consciente. Fortalece tus defensas, cuidate mucho, no tengas miedo. El miedo es y será una herramienta de control. No te dejes manipular, confía en vos mismx y en tu poder mental, en tu poder interior, si estás desconcertadx inventa una linda historia y convertila en tu verdad para combatir el mal. Creele a algo que ames y aferrate a esa espada: pintura, dibujos, libros, poesía, tu profesión, recetas, al cosmos, la pacha mama, ni idea, a lo que mas te guste y creele a eso. Cree, cree en algo bueno y cuando te sientas mal búscalo. A mí me hace bien pensar que sea de donde sea que haya salido toda esta mierda, la vamos a vencer y vamos a ser mejores, vamos a ser auténticxs.
Entonces para no caer en esta batalla (y en ninguna) no te deprimas, sos hermosx, fuerte, estas vivx! no te dejes bajonear porque todo lo que te entristece te debilita. Tus emociones también son tu salud. Y el mundo siempre jugó con ellas. Entonces fortalecelas, creeles, cuidalas, alimentalas con amor y pensamientos positivos. Apaga la tele. Encontrate.
Preguntate. Hablale a tu cuerpo como le hablarías a un niñx: decile que todo va a estar bien, que tiene todo por delante. Porque esa es la verdad: el mundo es tuyo, haceselo saber a quienes nos lo quieren robar.
Si necesitas algo, primero pregúntate si realmente lo necesitas, si vale la pena generar un nuevo producto en este planeta que ya no puede más. Y si de verdad lo necesitas No compres más a las cadenas multinacionales, ni a las mega empresas, cómprale a tu amigx que hace, o al amigx de tu amigx que empezó con X proyecto/marca/producto/alimento/obra. Volvamos a ser únicxs y no una tuerca genérica del engranaje de las grandes corporaciones.
Aprendamos a pensarnos juntxs, a ayudarnos entre nosotrxs, a combatir este monstruo, nuestro enemigo más antiguo: el miedo, el miedo al otrx, el miedo a lx desconocido y el miedo a cambiar.
Ojalá que este virus sea de a poco el fin del capitalismo porque es el colmo de la alienación.
Texto e ilustración: @guadaruas |