El hipopótamo macho se sube a una enorme pila de mierda y se la arroja a su enamorada. Los monos capuchinos se perfuman con su propia orina mientras que los puercoespines se la arrojan a su amante en la cabeza. Moralmente objetable. Les millennials nos descargamos Tinder, perdón darwin. Por julieta morales.
¿Y la responsabilidad afectiva?
Fui contradicciones. Sabía que eso no dejaba de ser oferta y demanda de cuerpos, pero al mismo tiempo sentía una liberación de mi propia sexualidad. Un intento de deconstrucción del mito del amor romántico en el que fui educada, mientras el mercado se metía sigilosamente entre mis sábanas.
Tinder. OkCupid. Badoo. Happn. Adopta un tío. Tantas otras. La vorágine de la posmodernidad se tragó las distintas formas de relacionarnos sexo-afectivamente. El modelo heteronormativo del amor impone un lugar privilegiado para la pareja en la jerarquía social: el resto de nuestras redes afectivas quedan por debajo.
Las aplicaciones de ligue se convierten de a momento en aliadas de este modelo hegemónico. Le doy la espalda al miedo de perder a una persona porque puedo reponerla con otra. Si hay matches a la carta.. ¿por qué cuidar las relaciones esporádicas?
Si dejamos de lado esto, es posible que no construyamos nada a pesar de que las prácticas y los deseos sean cada vez más libres. Porque aunque se trate de algo de una noche… reivindiquemos que sea desde los afectos.
Al mismo tiempo, llegué a preguntarme qué probabilidades había de cruzarme a ciertas personas que conocí gracias a estas aplicaciones. Probablemente nulas. Terminé en el Líbano, visitando a un match que había visto una sola vez en mi vida y comiendo pollo (soy vegetariana) con su madre sin entenderle una palabra.
*lágrimas de mi tía*
Y es que las especies propias del reino digital son polimorfas: las dating apps reúnen los mejores ejemplares. Estúpida y sensual tecnología. Pero la violencia estructural se desdobla también en la virtualidad. El patriarcado no nos deja en paz, ni cuando lo único que queremos es quizás irnos de copas y… por qué no, follar.
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“Me dijeron gorda por no querer contestar.”
— Mujer, 32 años, argentina.
Binarism is for computers
El sistema sexo-género europeo, binario y apostólico romano exportado en el mundo entero nos dice que solo hay dos tipos de cuerpos. Marque según corresponda: hombre o mujer.
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Desde una visión contructivista de la tecnología con respecto a lo social, era de esperarse que las apps de ligue no sean la excepción. En algunos países, Tinder ya se actualizó desde hace un tiempo y ofrece la posibilidad de personalizar tu perfil entre una gran lista de posibilidades de identidad de género. Incluso añadir la que más te identifique si no la encuentras.
Pero hecha la ley hecha la trampa: te permite identificarte como quieras, pero te posiciona como hombre o mujer en las listas de búsquedas. ¿Si no se nombra, no existe?
En OkCupid no solo puedes elegir con qué pronombre te identificas, sino que puedes detallar con bastante amplitud tu identidad de género y orientación sexual -y lo mismo para la persona que buscas.
Straight, gay, bisexual, asexual, demisexual, heteroflexible, homoflexible, lesbiana, pansexual, queer, questioning, sapiosexual, woman, man, agender, androgynous, bigender, cis man, cis woman, gender fluid, genderqueer, gender nonconforming, hijra, intersex, non-binary, pan gender, transfeminine, transgender, transmasculine, transsexual, trans man, trans woman, two spirit…
Other.